Policlínica Ramos

¿Qué es la artrosis cervical?

Para poder entender qué es la artrosis cervical es importante conocer un poco mejor la columna cervical y qué función desempeña en nuestro cuerpo.

La zona cervical es la parte más alta de nuestra columna vertebral y está formada por las siete vértebras más pequeñas. Es la encargada de sujetar el gran peso de nuestra cabeza y la que nos permite colocarla en las diferentes posturas que adoptamos en nuestra vida cotidiana. Además, contiene en su interior la médula espinal, el cordón compuesto por el conjunto de nervios que conectan con nuestro cerebro para que podamos movernos.

Si nos paramos a pensar, es un conjunto de articulaciones que podemos llegar a mover miles de veces a lo largo del día lo que, con el paso de los años, provoca el normal desgaste de los cartílagos y los discos que se encuentran entre una vértebra y otra. Cuando ese desgaste es excesivo; originado por un traumatismo o por alteraciones congénitas, da lugar a la artrosis cervical, provocando una serie de alteraciones en las articulaciones que producen dolor y, la mayoría de veces, limitación de la movilidad.

Síntomas de la artrosis cervical

Los síntomas más frecuentes son: dolor en la parte posterior del cuello, que en algunas ocasiones se irradia a los brazos y que se agrava con el movimiento, y contractura en los músculos de la zona, lo que provoca rigidez en las articulaciones y como consecuencia limita la movilidad.

Estos síntomas pueden producirse de forma aguda, apareciendo de repente y aliviándose en pocos días, o convertirse en un síntoma crónico. Cuando esto sucede, el dolor aparece de forma gradual, más lentamente al principio y alargándose durante semanas e incluso meses, pudiendo llegar a producir afecciones más graves y más complicadas de tratar.

Tratamiento

Ante la aparición de los síntomas dolorosos en el cuello, es el médico especialista, en este caso el reumatólogo, el que tiene que diagnosticar la artrosis cervical y valorar cuál es el mejor tratamiento en función de cada caso. El objetivo es aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida de quien lo padece. Por regla general, el tratamiento consiste en analgésicos y antiinflamatorios. Además, en la mayoría de los casos, se recomienda una valoración y tratamiento por parte del fisioterapeuta.  

Ejercicios para la artrosis cervical

Para evitar el dolor producido por la artrosis cervical es conveniente vigilar la postura corporal, con el fin de no forzar esa zona. Además, es recomendable realizar una serie de ejercicios que ayuden a relajar la tensión acumulada durante el día y a flexibilizar los músculos del cuello.

Rotación de cuello: Con la espalda recta se gira el cuello lentamente hacia un lado, hasta que la barbilla toque con el hombro, se mantiene la postura durante unos segundos y se realiza hacia el lado contrario.

Inclinación lateral: De pie y con la espalda recta se inclina hacia un lado el cuello, intentando que la oreja llegue a tocar el hombro, lentamente volvemos a levantarlo y lo inclinamos hacia el lado contrario. 

Flexión: Se flexiona el cuello hacia delante lo máximo posible pero sin forzar, se mantiene la postura y se flexiona hacia atrás intentando mirar el techo.

Es recomendable realizar unas 6 repeticiones de cada ejercicio a diario, pero siempre y cuando haya pasado la fase intensa de dolor. 

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